jueves, mayo 12, 2011

El regreso del "Pez Inquieto"


Después de largos 14 años, nos hemos decidido a reeditar en su segunda edición ese "Pez Inquieto" que tan alto voló por las edades, los ríos y las nieblas. El Lanzamiento está proyectado para fines de Julio y su re-presentación incluye varias ciudades del país. El prólogo estará a cargo del destacado poeta y estudioso español Félix Maraña.


Les dejo un par de poemas para el recuerdo:









EL PEZ INQUIETO





Me han llamado

el mal nacido de todas las madres,

el ateo que corre por fuera de las iglesias,

uno de los más canallas en el corazón

limpio y claro de mis damas,

el estiércol vivo que danza por las calles,

la melodía salvaje de las flores,

el patrón de la soledad y la amargura,

el patán perezoso de nuestra querida sociedad,

aquél que ni siquiera un capital puede producir.

De tantas formas me han llamado

que casi termina en mi olvido.

Yo sólo reconozco mi irreverencia

ante el ruido feroz de la modernidad,

mi aliento de huracán enfurecido,

la capa fresca de mi corazón,

mis ojos como dos fogatas ardiendo,

mi cuerpo que no tiene dueña.

Soy un irrespetuoso de las campanas del Domingo,

indiferente a las reuniones de los señores,

militante del viento y la marea,

soñador de la mesa para todos.

Qué nuevo puedo anunciarles!

ustedes me llaman de tantas formas,

el mal nacido de todas las madres!

Yo sólo digo que soy Santiago Azar,

el pez inquieto que está haciendo temblar

la inmensidad del océano

con todos sus marineros y habitantes.



PROMESAS DE UN DESORIENTADO POETA



Prometo ir a misa todos los Domingos,

no lanzar eructos cuando almorcemos,

no reírme de mamá ni de papá,

usar la corbata hasta el tope,

peinarme cada diez minutos buscando el orden.

Prometo ser un abogado, honesto y eficaz,

no orinar en la calle, pues es bestial.

Ahora creeré en todos los santos de mi patria!

Educaré a mis hijos en las monjas,

me acostaré a medianoche, ya que es buena hora,

le haré reverencias a los policías,

me encantará hacer las filas de los bancos,

hablar de moda en las reuniones,

no diré garabatos a los mayores,

tomaré a la poesía como pasatiempo,

no como digno oficio;

leeré menos pues enturbia la mente.

Seré sincero en mis confesiones con el cura,

usaré los zapatos lustrados y brillosos.

Adiós a escupir en la calle! ( es ordinario ).

Tampoco me dejaré barba, dijeron que parecía torpe.

Dejaré la bebida como un vicio terminal.

No miraré las puestas de sol, ya que es sentimental.

Iré a las fiestas de campo,

casamientos, bautizos, velorios.

Desde ahora y hasta siempre mis promesas:

Seré un chico bueno si es que me lo piden.

El santo poeta ahora aparece.



*Edición original de 1997. Mosquito Comunicaciones. Santiago de Chile
Santiago AZar

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