martes, noviembre 03, 2015

La dictadura del papel

Suena rasca. Infame. Tercermundista.
El “Cartel del Confort”.
Al chileno hay temas de los cuales ya no le gusta hablar.
Se siente un inglés en medio de sus indios vecinos del norte y sus desordenados compañeros de continente que se bañan en el Atlántico.
El homo sapiens chilensis del siglo XXI vacaciona en el caribe, hace “natas en Brasil y Colombia”, guata al sol, pero sigue mascando chicle con la boca abierta y deja cáscaras de sandías devoradas a orillas de playas de aguas turqueza. Es un energúmeno en los restaurantes extranjeros. Viejas entregadas a la gula, gordas como anfibios enfermos y muchachotes transpirados consumiendo la carne que no conocieron de chicos.
Jugamos a ser siniestros en las noches de jaloguén!.
Nos distinguimos a kilómetros por la sarna de nuestro arribismo.    
Nadie en su sano juicio podría hacer recuerdos de sobremesa sobre los “pozos negros” o los “wáter de cajón”, esos de la infancia; que se levantaban en medio de un mosquerío, al fragor de las tardes infernales en medio de un cerro, en la casa de ese tío huaso, que visitábamos en el verano, con tablas a medio armar que permitían la panorámica de visitantes indeseados y en el cual, nos acostumbrábamos al hedor que nos resultaba hasta fascinante ante tanto cariño de la provincia entrañable.
En ellos colgaba de un clavo, delicadas hojas de diario, de distintas vertientes, recortadas en modo rectangular y que nos imponían noticias, horóscopos e inclusive a “Palomita”- la recordada sex simbol del comic de La Cuarta.
Junto a las hormigas que nos corrían por las piernas, hacíamos de Chile, una estepa, un cuchillo en medio de humos y dictaduras que partían el continente.  
Así, recordar, también es avanzar.
Recordar es el colchón en que descansa nuestro esqueleto que- una vez erguido-es capaz de caminar para construir o tirar todo por la borda.
Cuando estás al final del mundo, en el último rincón donde luego te alcanzan los pingüinos, siempre debes estar con la guardia arriba, siempre en esta delgada faja, algo o alguien no te dejará de sorprender.
 Y así normalmente sucede. Hoy nos enteramos que en este país que guarda todo bajo el mantel, bajo la alfombra de sus inmundicias, por largos catorce años; el jaguar de Latinoamérica; el que venció la dictadura de forma pacífica; el que instauró el modelo de las privatizaciones y la jubilación capitalizada; el que miró a Gringolandia y no a Europa como sinónimo de país; el que fue apóstol del libre mercado frente a sus vecinos; el que se jacta de sus carreteras privadas; fue presa del Cartel del “Confort”.
La manga de delincuentes amparados desde la dictadura del gorila (así- con minúscula) son capaces- inclusive- de dominar el mercado de esa necesidad tan maravillosa que es el “grito de la selva” o las ganas de defecar. (“Obrar” -decía mi abuela).
Creo que siempre puede haber algo más, pero sinceramente, me parece que vamos topando fondo.
Insistimos en querer ser país, en aspirar a cifras de organismos internacionales, pero lo cierto es que nos dominan, un par de familias en Chile, hasta en las ganas más básicas, que es nacer, comer y cagar.
Son narcos, obran como narcos y se agrupan como narcos, pero con una clara diferencia: El narco es narco y jamás querrá ser ni parecer príncipe.
El castigo debe venir de nosotros, más que de la autoridad que por años se ha lavado la cara y ha tomado el té con estos mismos personajes que le han financiado sus campañas para ser más que empresarios, sino que actores de una obra donde siempre el final es trágico.
Haga un esfuerzo y mire otras marcas. Castigue con el consumo.
Yo vuelvo a pensar en el “pozo negro” en una ardiente tarde de verano, arriba de un cerro, en la carretera de mi infancia. 

4 comentarios:

Unknown dijo...

me he quedado con El Ano nadado ( perdón ANONADADA ) con tanta verdad dicha en bonito,seguiremos esperando las famosas recompensas,aún no imagino la forma ,quizá podría ser que luego de defecar nos dirigieramos a la alameda y esperar que los ladrones arrepentidos nos limpien el tracero gratis por el resto de nuestros días.

victor dijo...

Caguemos a estos csm volvamos al papel de diario arrugado y mojadito no es tan hiriente.
Olvidemos el tránsito lento y comamos harto ulpo , pan tostado y tallarines
Disminuyamos nuestra demanda y hagamos que caguen, sorry que quiebren
Todos unidos por un poto sano y limpio a un precio justo!!!

victor dijo...

Caguemos a estos csm volvamos al papel de diario arrugado y mojadito no es tan hiriente.
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Disminuyamos nuestra demanda y hagamos que caguen, sorry que quiebren
Todos unidos por un poto sano y limpio a un precio justo!!!

victor dijo...

Caguemos a estos csm volvamos al papel de diario arrugado y mojadito no es tan hiriente.
Olvidemos el tránsito lento y comamos harto ulpo , pan tostado y tallarines
Disminuyamos nuestra demanda y hagamos que caguen, sorry que quiebren
Todos unidos por un poto sano y limpio a un precio justo!!!