jueves, enero 21, 2016

Soñar, sigue siendo gratis.

Si vuelve Bielsa,
Vuelve no sólo un fulano con ciertas aptitudes innegables para dirigir un grupo de once muchachos rescatados de las barriadas transpiradas y la bala narco.
Si vuelve Bielsa, vuelve un ser humano que jamás se sentirá un "rehén" en este país, sino que en cada entrevista que se logre sacar de él- sin vender la primicia- jurará- cual canción de Camilo Sesto- “amor eterno” a esta delgada franja de país que en nada se parece a su ciudad santa y natal, al borde del Paraná, y donde están las mujeres más bellas de la Argentina.
Si vuelve Bielsa, nos volveremos a deslumbrar con jugadores valiosos por los que nadie da un peso,  aquellos de apellido y caminar común y corriente. Terminaremos en “la roja”  con los argentinos o birmanos nacionalizados al pedo, los 7 autos de lujo del DT para cada día de la semana, los trajes brillantes en medio de la noche y sus 10 variaciones contractuales para ganar 1000 dólares más por partido, como un espejo final para superar la pobreza infecciosa de la infancia.
Si vuelve Bielsa, otra vez Pinto Durán será la guarida del “lobo”. Trataremos de asomarnos por la pandereta fortificada para ver las estrategias en la que despliega su arsenal de soldados dispuestos a morir por la bandera. Allí trataremos de entender sus señas y sus pasos endemoniados buscando sus propios fantasmas y tratando de acabar alguna vez con ellos. Bielsa se grita a sí mismo y lo mejor de todo, es que a veces, encuentra la respuesta.
Si vuelve Bielsa, la prensa chilensis deberá hacer un notable esfuerzo y tendrá que estudiar para hacerle una pregunta al maestro. Deberá devorar noches de videos de ligas en Sumatra y Borneo, a las que el “Loco” ya les ha dado varias miradas. En una de ésas, el recién egresado reportero que lo enviaron a cubrir la llegada del rosarino a Pinto Durán, le apunte con una pregunta y éste le regalará una palabra.
Allí, volveremos a sorprendernos viéndolo comprar galletas, facturas y verduras en las ferias de Macul. Volverá a subir la panza con las pastas de una señora del sector y lo veremos cruzar las noches santiaguinas, muy de vez en cuando, buscando un teatro, en su auto popular sin aire acondicionado, sin vidrios polarizados, sin una marca europea que jamás hemos podido pronunciar de memoria.
 Si el "loco" vuelve, tal vez no ganemos ni una sola copa, tal vez nos derroten como siempre los del Atlántico, tal vez vuelva a llover en las noches de junio y nos tengamos que comer la amargura de los inviernos tristes a media luz, entre lo que pudo ser y nuestra tardía realidad. Pero de algo estoy claro, es que si el “loco” vuelve, esta faja de país volverá a ver en estos 22 muchachos sólo un pedazo de juego con el que- como los niños que somos- volveremos a sonreír.
Porque si tuviésemos un pedazo más de locura el mundo sería más cuerdo.
Si el “Loco” vuelve….en fin, soñar todavía es gratis.

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